Los niños, desde muy pequeños, interactúan con elementos del entorno natural.
Circulan por calles donde la vegetación cambia a lo largo del año, consumen alimentos, algunos de los cuales sufrieron transformaciones, juegan con elementos que se mezclan o no con el agua, etc. Están en contacto con los objetos que se comportan de distintas maneras frente a sus acciones: flotan, se atraen, cambian, se desplazan, etc.
A partir de interrogarnos sobre ellos, podremos proponer actividades que permitan reflexionar sobre lo que acontece en la experiencia cotidiana.
Jardín del Tiempo.-